sábado, 6 de febrero de 2016




                                           Fluorosis en los dientes



A todos se nos ha dicho desde siempre que el flúor es esencial para mantener un esmalte fuerte y resistente,Pero como hemos dicho en infinidad de ocasiones todo debemos utilizarlo en su justa medida, ya que un exceso de flúor puede provocarnos un trastorno dental conocido como fluorosis, que tiene graves consecuencias para nuestros dientes.












En la actualidad se sabe que la ingestión de agua potable, que contiene fluoruro, durante la época de formación dental puede dar lugar a un esmalte moteado. La intensidad de dicho moteado aumenta según la cantidad de fluoruro que contenga el agua, De este modo, hay un moteado mínimo de poca importancia clínica cuando el agua contiene un nivel menor de 0,9 a 1 partes por millón de fluoruro que se vuelva más notorio cuando el nivel es mayor.













usar pasta de dientes y enjuagues bucales con flúor en menores.recuerda que es importante que se laven los dientes ,para cuidar su boca,pero siempre vigilando que la pasta de dientes que use sea sin flúor.

si ingieres productos extras con alto contenido en flúor








La intensidad de dicho moteado aumenta según la cantidad de sustancia al que se ha visto afectado y no todas las personas se ven afectadas de la misma forma, veamos cómo se ven afectados:
Bebés de entre 7 a 12 meses son los que menos cantidad de flúor toleran, entre 0,5 a 0,9 mg/día
Niños de 1 a 3 toleran de 0,7 a 1,3 mg/día
Los niños de 4 a 8 años pueden llegar a ingerir entre el 1,0 a 2,2 mg/día
Niños de 9 a 13 se les permite una ingesta diaria de 2,0 a 10 mg/día
Jóvenes de 14 a 18 años toleran de 3,0 a 10 mg/día
De 19 para arriba la cosa cambia en sexos, ya que mientras los varones pueden llegar a los 4,0 a 10 mg/día. Las mujeres se mantienen en el intervalo anterior de 3,0 a 10 mg/día











Tendremos que aclarar muy bien que las lesiones producidas por la fluorosis son irreversibles, es decir, no se curan, ni se eliminan como si se tratara de una enfermedad. Entonces su tratamiento es en función de la estética y de la restauración del esmalte débil o dañado en extremo (para reponerlo o sustituirlo por materiales artificiales restaurativos), pero básicamente es por eliminación mecánica-química de las manchas o zonas afectadas o cosmético donde ni siquiera se tocan las manchas sino se blanquea el resto del diente para igualar o balancear el color general dental o una combinación de ambas técnicas.

Según su grado y zonas afectadas y el objetivo estético de cada paciente se pueden realizar varios tratamientos:

Para fluorosis grado 1: manchas blancas muy localizadas y no profundas, se recomienda el blanqueamiento por microabrasión, en la cual se elimina de la superficie la mancha y el resto del diente mantiene su tono natural. Después de esto se puede blanquear con cualquier otro método para aumentar el valor del color del diente (más blancura).








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