domingo, 6 de diciembre de 2015





                                                    El blanqueamiento dental




es un tratamiento dental estético (Odontología estética o cosmética) revolucionario (tanto por su demanda enorme como en cuanto ha supuesto un paso enorme en el mundo de la estética dental) que logra reducir varios tonos el color original de las piezas dentales, dejando los dientes más blancos y brillantes.

Las personas están mucho más interesadas en tener los dientes más blancos y muchas consideran que es una necesidad tanto para triunfar en la vida profesional como social. Por ello, muchas se cuidan mucho más los dientes y hay un interés creciente por tener los dientes blancos, hasta el punto que un color o tono que antes se consideraba normal, ahora resulta oscuro; unos dientes blancos dan un aspecto más limpio, sano y juvenil (ello deriva de que las personas a partir de los 50 años tienen paulatinamente un tono más oscuro y un color generalmente más amarillento). 












El blanqueamiento dental se puede realizar en consultorio o en el hogar, aunque no es posible comprar los mismos tratamientos (sobre todo en cuanto a concentraciones de los principios activos) para uso personal y algunos especialistas alertan sobre el posible daño a las piezas dentales si se utilizan éstos en alta concentración sin la prescripción ni el seguimiento de un odontólogo especialista.












Lo más habitual es utilizar una técnica mixta, es decir, con tratamiento en la clínica y en casa, como nos explican en Smylife. En la clínica se aplica el producto blanqueante, que se activa mediante una lámpara LED, que lo que hace es abrir el poro del esmalte, para conseguir así blanquear la dentina. Normalmente requiere de unas dos o tres sesiones, depende de cada caso, de aproximadamente unos 20 minutos. Luego, hay que hacer un recordatorio del tratamiento en casa, por medio de unas férulas con producto que han de ponerse durante dos o tres noches para dormir, o bien durante unas horas por la tarde. Llevan el mismo producto blanqueante, pero con menos concentración de peróxido de hidrógeno, que es el componente principal. Cuando pasan esos días, el diente ya tendrá otro tono. Sí que se puede volver a poner la férula pasados unos meses como recordatorio, si notamos que se pierde algo el color.












Existen varios tipos de blanqueamiento dental profesional. En cualquiera de los tres tipos, se realiza una revisión de su estado de salud bucal y una limpieza de profilaxis. Después se procede al propio blanqueamiento siempre bajo supervisión médica de nuestros doctores, lo que es toda una garantía de salud y estética. Principalmente existen tres técnicas








 Blanqueamiento dental con lámpara láser: en la clínica se realiza todo el tratamiento. Incluye además una profilaxis para mejorar la higiene bucal previamente.












Blanqueamiento dental con férulas: se realizan unas férulas a medida del paciente y se entrega un gel blanqueador a con la combinación más adecuada para el paciente y esté se lo aplica en casa mientras duerme habitualmente.











Blanqueamiento dental combinado: es una combinación de las dos técnicas anteriores, esta es la mejor pues se potencian los efectos de cada una de ellas.








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